jueves, 3 de enero de 2013

Mi persona favorita y un quilombo en mi vida. 
No me mereces, ya lo tengo claro.
Intente que la razón le gane a mi inmadurez emocional.
Fallé.
Hace años que te acepto en mi cabeza.
Vas y venís, cada vez con menos frecuencia.
Pero esta vez, me agarraste con la guardia baja.
Te abracé.
Que gracioso, porque dudo que te acuerdes de mí.
Y a mí me quedan años o un par de vidas para expulsarte.